¿Los implicados? los mismos, ¿Los intereses? los mismos.
43 años del golpe militar en contra del presidente Chileno Salvador Allende, en contra de su pueblo, en contra de toda Latinoamérica, un golpe que trajo como consecuencia directa la instauración de uno de los ciclos de la dictadura militar más sangrientos que se registran en nuestra historia contemporánea.
Cualquier gobierno que ha apostado por la implementación de políticas de corte progresistas o una mínima posición antiimperialista, ha tenido que afrontar las consecuencias de los mecanismos imperiales de los Estados Unidos y sus aliados, solo en el presente siglo hemos asistido a diferentes Golpes de Estado propiciados por esta lógica imperial:
Haití, en 2004; en Honduras, 2009; Paraguay, 2012, y el resiente golpe en Brasil hace poco menos de un mes, así mismo los procesos de continua desestabilización como es el caso de Venezuela, donde el imperialismo viene financiando las continuas operaciones de sabotaje y por supuesto el accionar de los grupos de oposición, situaciones similares se viven en Bolivia y Ecuador.
En todos estos casos el imperialismo ha enfocado sus esfuerzos para sustituir a estos gobiernos y colocar en su lugar a quienes les sean capaces de administrar los recursos en favor de sus intereses, haciendo la salvedad que los mecanismos que conllevan a los golpes, en la actualidad aparentemente no siempre incluye el poder militar, siendo los sistemas judiciales quienes están asumiendo estos roles, en algunos de los casos utilizando el discurso de combate a la corrupción, como es el caso de Paraguay y Brasil.
Lo cierto es que los Golpes de Estado han venido consolidando la implementación de las agendas de libre comercio, múltiples mecanismos de endeudamiento financiero, social, cultural, ecológico, esto por mencionar solo algunos de los impactos que nos ha significado.
Entender y conocer la historia hace parte de la responsabilidad que tenemos como pueblos, como personas, reconocer nuestro derecho a la libertad, autonomía, felicidad, hace parte del compromiso con la memoria histórica de nuestro continente y con el procurar un mejor porvenir para las futura generaciones.
Por nuestros muertos y desaparecidos ni un minuto de silencio, toda una vida de lucha y resistencia!!!
No debemos, No pagamos
Somos los pueblos los acreedores