Análise de conjuntura | O Brasil na encruzilhada: golpe ou democracia?

Card divulgação: JSB

Ameaças, escalada da violência política, abuso de poder, insegurança generalizada, desmatamento, grilagem de terra, garimpo e pesca ilegais, mentiras, impunidade, medo, desemprego, fome, miséria em todo canto! O cenário do caos se instalou no Brasil e segue em escalada vertiginosa. A reunião do presidente Jair Bolsonaro na última semana com embaixadores no Palácio da Alvorada, em Brasília, deixa margem apenas para uma dúvida: o golpe foi anunciado ou já está mesmo em curso?

As tímidas e lentas reações institucionais diante do abuso e constrangimento ao ver o então presidente investindo contra o processo eleitoral e mentindo descaradamente acendem mais uma vez o sinal de alerta. Até quando as instituições vão permitir o avanço rumo ao golpe? Por que os instrumentos de proteção e defesa da nossa democracia não funcionam? Quando os partidos políticos vão conseguir dar passos para além de declarações nas redes sociais ou em veículos de comunicação? Quando as forças da sociedade civil organizada vão voltar às ruas contra o golpe? Qual seria a resposta à altura do fenômeno?

Bolsonaro está seguro de que suas investidas para desestabilizar o processo eleitoral estão blindadas, está seguro de que não será cobrado pelo abuso de poder ou pelos crimes cometidos contra a democracia e contra a população brasileira. Não podemos esquecer as vidas perdidas pela Covid-19, por bala, por fome, por preconceito, pela ignorância cultivada e fomentada no coração do bolsonarismo.

À medida que as intenções de voto ao seu favor não apresentam o crescimento esperado, Bolsonaro aposta na campanha do golpe e protagoniza atos que notadamente contribuem para a elevação da violência política. O levantamento realizado pela UniRio aponta que de janeiro de 2019, primeiro mês do governo Bolsonaro, até junho deste ano ocorreram 1.209 ataques a pessoas com atuação política. Apenas em 2022, 45 lideranças políticas foram vítimas de homicídio, níveis inéditos no país. É grave, muito grave!

O Brasil está às vésperas de entrar oficialmente no período de campanhas eleitorais. O que nos espera nos próximos meses? Bandeiras e paixões não vão mudar o cenário político, econômico e social do país na virada do ano. Ganhar as eleições para Bolsonaro é um imperativo inadiável, mas será ainda preciso enfrentar as anomalias instaladas em todos os setores da vida pública, inclusive no Congresso Nacional e nos três poderes.

Como trazer para o debate político a centralidade da questão da dívida pública? Como seguir aceitando que metade do orçamento do país (R$ 1,76 trilhão) seja destinado ao pagamento de amortização e juros da dívida sem uma consulta pública para saber o que a população brasileira pensa a respeito, opine sobre como e onde quer investir o dinheiro público? Enquanto isso, segundo dados da Auditoria Cidadã da Dívida, do orçamento executado em 2021 (R$ 3,861 trilhões), apenas 4,18% foram destinados para a educação, 4,11% para assistência social, 2,49% para saúde, 0,27 para a segurança pública, 0,0001 para habitação, 0,0777 para gestão ambiental e assim segue a distribuição vergonhosa da outra metade dos recursos públicos no orçamento.

É preciso fazer saber amplamente que o Sistema da Dívida transfere sistematicamente renda e riqueza dos mais pobres para os muito ricos, aprofundando a injustiça social, o atraso tecnológico, cultural e educacional no país. Esse é o debate que precisamos colocar nas ruas, nas mídias, nas conversas com amigos, nas famílias e nos grupos de troca de mensagens.

Derrotar o neofascismo nas ruas e nas urnas será a tarefa mais importante para o povo brasileiro desde os eventos que marcaram a redemocratização do país, mas o desafio não acaba aí. Se houver honestidade e responsabilidade com o futuro, por parte da sociedade civil, dos partidos e outras forças organizadas, do ponto de vista jurídico será preciso avançar na luta para garantir o revogaço da soma de retrocessos que incidem sobre direitos fundamentais e travam qualquer possibilidade de desenvolvimento sustentável. Assim como, do ponto de vista econômico será preciso lutar para exigir uma auditoria integral da dívida pública, com ampla participação popular e a reparação por pagamentos indevidos que culminam no aprofundamento das dívidas sociais. A organização das forças populares não está num horizonte distante, ela está em curso, ela já incomoda e causa reações violentas na esfera política e nas ruas, onde é crescente e notória.

Não devemos, não pagamos!

Somos os povos, os credores!

Rede Jubileu Sul Brasil, 26 de julho de 2022.

 

Fuente: Jubileu Sul Brasil

El río Sogamoso fluye por Honda

Julio 26 de 2022

Lugares como el puente Navarro, la Catedral de Nuestra Señora del Rosario, la Plaza de Mercado, el Museo del Río Magdalena y la Casa Museo Alfonso López Pumarejo, cuentan la historia de Honda, un municipio ribereño ubicado en el valle del Magdalena Medio. Este maravilloso lugar nos acogió para realizar el lanzamiento de Remolinos de guerra y desarrollo en el río Sogamoso en Santander, un documental que produjimos desde Censat Agua Viva junto al Movimiento social en defensa de los ríos Sogamoso y Chucurí (Movimiento Ríos Vivos Santander) y La10estudio, con el apoyo de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (CEV).

Tuvimos también la oportunidad de presentar a la comunidad de Honda la versión web de este documental, la transmedia www.riosogamosoenlaguerra.com que cuenta, a través de nueve capítulos con fotografías, ilustraciones, animaciones, mapas, entrevistas y música original, la historia de cómo la guerra hizo de la naturaleza su escenario, botín y víctima, al tiempo que una mirada desarrollista basada en el extractivismo, se asentaba en esta región de Santander.

El documental y la transmedia son productos que buscan socializar y dinamizar con amplios sectores sociales y en diversos territorios de Colombia, los hallazgos de la investigación “Los ríos en la guerra: patrones de impactos ambientales del conflicto armado interno en Colombia (1958 – 2016)”, realizada por Censat Agua Viva y Ríos Vivos Santander como un aporte al esclarecimiento de la relación entre la naturaleza y la guerra. El caso del río Sogamoso, junto con el del río Atrato y el del corredor Perijá-Zapatosa, fueron incluidos en el capítulo ‘Impactos, afrontamientos y resistencias’ del informe final que la CEV presentó hace unas semanas al país y pueden consultarse en la página web de la Comisión.

Aguas que se encuentran

Integrantes del Movimiento Ríos Vivos se desplazaron desde diferentes zonas del país (Santander, Huila, Antioquia, Cauca) hasta Honda, Tolima, para acompañar las actividades del lanzamiento. No podíamos sentirnos más felices de vernos y de darnos un abrazo caluroso, tan o más caluroso que el municipio donde nos reencontramos. 

En la tarde del jueves 15 de julio nos dirigimos a la Plaza de Mercado para montar una exposición que viajó desde Santander hasta Honda, llamada Los ríos Sogamoso y Chucurí fluyen con la arpillería. Esta galería consta de 20 cuadros tejidos sobre yute que relatan vivencias de la población ribereña relacionadas con el conflicto armado y con el daño ambiental y social causado por la construcción y puesta en marcha de la represa Hidrosogamoso, junto con todo un plan de expoliación que se impuso en la cuenca de los ríos Sogamoso y Chucurí mediante un paquete extractivista en donde el petróleo, la ganadería y los monocultivos de palma africana también son protagonistas. A varias manos y a punta de jugo de tamarindo helado para resistir el calor, montamos la galería en la Plaza de Mercado, en donde permanecerá hasta el 15 de agosto de 2022. Será una gran oportunidad para que locales y turistas que disfrutarán también, en las próximas semanas, del Salón Nacional de Artistas y de La Magdalena Fest celebrados en Honda, puedan acercarse a explorar este tejido de memorias.

El viernes 15 de julio nos levantamos temprano y nos dirigimos a la Plaza de Mercado, donde estuvimos socializando la galería de arpillería con las personas e invitándolos a la proyección de lanzamiento del documental en el Museo del Río Magdalena en la tarde. Claudia Ortiz, Blanca Nubia Anaya y Freddy, de Ríos Vivos Santander, así como Tatiana Rodríguez y Laura Berrío, de Censat Agua Viva, dieron entrevistas en diferentes medios de comunicación del municipio como el Canal 6, Momento 24 y la emisora Olímpica Stereo Honda. Allí hablaron del proceso de creación del documental, la transmedia y la galería, e invitaron a la comunidad a las diversas actividades en Honda.

Durante la mañana del viernes también realizamos un recorrido por el río Magdalena junto a pescadores de Honda, con quienes compartimos reflexiones sobre las amenazas que enfrentan los ríos y las comunidades ribereñas frente a los megaproyectos extractivos, principalmente hidroeléctricos. Intercambiar historias y sentires con ellos nos recordó, una vez más, que el cuidado de la vida es el cuidado de las aguas y sus gentes, y que las comunidades ribereñas de toda Colombia enfrentan retos muy similares. Los pescadores nos hablaron de la disminución en la variedad y tamaño de los peces (una situación que comparten con toda la cuenca del Magdalena) y sobre cómo sienten que esto se conecta con la represa de El Quimbo.

En la sala de exposiciones temporales del Museo del Río Magdalena, estuvimos haciendo pedagogía sobre cómo navegar el contenido de la transmedia www.riosogamosoenlaguerra.com con el apoyo de nuestros amigos de La10estudio. También dimos a conocer la herramienta pedagógica “Pesca de recuerdos”, la cual elaboramos para poder recoger los testimonios de la población ribereña durante la pandemia. A las 6:30 p.m., con un magnífico cielo abierto que marcaba el inicio de la noche y una afluencia de público que nos llenó de alegría, realizamos la proyección de lanzamiento del documental en la fachada del Museo… Tras 59 minutos repletos de emociones y sentimientos encontrados, los espectadores no contuvieron los aplausos en sincero reconocimiento a la lucha que se mantiene en los territorios por conservar la naturaleza, la soberanía y por proyectar un futuro digno basado en el buen vivir.

Tras la proyección, tuvimos un conversatorio con Claudia Ortiz y Blanca Nubia Anaya, (integrantes del Movimiento social en defensa de los ríos Sogamoso y Chucurí en Santander, protagonistas del documental y participantes del proceso de investigación que lo originó), Tatiana Rodríguez (coordinadora general de Censat Agua Viva) y María Lucía Luna (analista e investigadora de la Dirección de Conocimiento de la Comisión por el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición).

“Lo mismo pasa acá y no queremos que la historia se repita”

En la noche del sábado 16 realizamos una segunda proyección de Remolinos de guerra y desarrollo en el río Sogamoso en el parque Alto del Rosario. En esta ocasión, muchas familias desprevenidas que pasaban la tarde dando una vuelta por ahí, comiendo helado o raspado, se sumaron a la proyección y se dejaron llevar por su narrativa. La sensación al terminar la proyección fue de reconocimiento y emotividad, con aplausos y más aplausos por parte de los asistentes que no dudaron en quedarse un buen rato para conocer a las integrantes de Ríos Vivos y hacerles preguntas para conocer más sobre lo que habían visto. Incluso nos hicieron una entrevista para W Radio, en la que pudimos ahondar en el ejercicio de investigación y memoria histórica ambiental plasmados en los productos que presentamos en Honda.

Solo nos queda agradecer a la gente de Honda por tan caluroso recibimiento, por estar abierta a escuchar y a ayudar, por las sonrisas y los mensajes de apoyo que recibimos tras compartir este testimonio de vida de las comunidades de Santander. Muchos asistentes se sintieron identificados, al punto de decir “lo mismo pasa acá y no queremos que la historia se repita”. 

Nos fuimos con el corazón contento, lleno de ilusiones, con ganas de que este documental sea visto por el país entero y alimente un ejercicio de memoria que estimule el apoyo a nuestros hermanos, esos que son iguales a nosotros pero que viven en una constante lucha en sus territorios, sometidos a violencias estructurales que al día de hoy, buscan seguir perpetuándose en Colombia.

Fuente: CENSAT

Colombia. Resguardo de Maguí: organización y resistencia en medio de la violencia

Gancho: El Resguardo de Maguí, del pueblo Awá, en el departamento de Nariño da ejemplo de organización, valentía y resistencia ante la violencia que no cesa.

Fotos: Diego Chingal

Por: J. Fernanda Sánchez Jaramillo, animal humano, mujer sentipensante. Comunicadora social y periodista, abogada, magister en relaciones internacionales, candidata a doctora en derecho. @Fresearchs

Días antes de la realización de este reportaje tres líderes Awá fueron asesinados en el departamento de Nariño mientras las autoridades colombianas demuestran su incapacidad, e indiferencia, ante una situación que se asemeja a un genocidio como lo ha manifestado la Organización Nacional  Indígena de Colombia (ONIC). 

En el año 2019, la Justicia Especial para la Paz (JEP) declaró a los Awá y su tierra como víctimas por las victimizaciones sufridas entre los años 1990-2016, pero antes y después de esos años la violencia ha sido la constante en la vida de este pueblo. Los gobiernos se suceden unos a otros sin que Las autoridades hayan frenado la violencia que amenaza la pervivencia de este pueblo ancestral binacional, ubicado en Colombia y Ecuador. 

Pese a ello, los Awá del Resguardo de Maguí son ejemplo de resistencia pacífica. Por medio de la organización y servicio a la comunidad buscan contrarrestar las adversidades económicas y sociales que desarmonizan su lugar de origen.  Silvio Hernández, líder Awá, expresa que el propósito es reconstruir el tejido social roto. 

Para lograrlo, explica, han vuelto su mirada a las enseñas de los antepasados para quienes la defensa de la tierra era fundamental; además, promueven la producción propia: “Creemos que es el mecanismo idóneo porque hemos perdido con la guerra nuestras semillas nativas, nuestras chagras productivas y eso nos ha fracturado demasiado”, añade Hernández.

El Gobernador, autoridad ancestral, Campo Elías admite que el reto más grande como líder es contribuir a la protección del territorio, luchar por el bienestar de su gente y, paralelamente, velar por que sus expresiones culturales: danza, música, medicina, creencias no mueran en medio de las balas.

En la defensa de su comunidad, la guardia indígena cumple un papel trascendental. La de Maguí está compuesta por hombres y mujeres de diferentes edades, que voluntariamente y utilizando solo “el bastón y el diálogo”, como expresa Campo Elías, defienden su lugar.

A Mauricio Nastacuas, comunero Awá le tocó salir de su casa y vivió 20 años en el exilio en Ecuador, pero regresó. No ha sido difícil, pues como él lo dice debe defenderse solo con sus “usos y costumbres”; sin embargo, volvió porque extrañaba mucho su gente.

“Ahora nuevamente estoy trabajando y colaborando con mi comunidad. Eso lo haré y seguiré luchando, defendiendo y protegiendo. Soy regidor, un regidor participa en las reuniones de las asambleas de adentro y de afuera cuando es comisionado. Y está pendiente de su vereda”, agrega.

También Ever y Fabián desempeñan roles de liderazgo. Ever estudia administración pública con el objetivo de contribuir al desarrollo de su comunidad cuando termine su carrera y es regidor. “Me gusta el trabajo comunitario. Por eso estudio administración pública en el municipio de Ricaurte, los fines de semana: viernes, sábado y domingo. Me motiva a estudiar seguir luchando por mi comunidad para que un día tengamos ese equilibrio, que haya inversión social para que todos podamos ser beneficiados de cualquier tipo de establecimiento público: una escuela, un escenario deportivo adecuado”, indica Ever Nastacuas.

De igual manera, Fabián Nastacuas sueña con unas condiciones mejores para su pueblo. Ha sido regidor, tesorero y guardia indígena. Está convencido de la importancia de ser líder. “Como yo he dicho y he pensado, uno tiene miedo a morir, pero a uno le nace de ese corazón que uno de cualquier manera se va a morir. Pero como dice mi abuelo, antes de morir hay que dejar el camino:  Ese camino se deja a los hijos, los nietos. Ellos tienen que seguir ese camino que nosotros hacemos. Entonces a uno le nace ser líder”, asiente con la mirada serena.

Al esfuerzo de estos comuneros Awá se suma Mónica Cuaspú, una mujer de Cumbal (Nariño) quien llegó a la comunidad hace ocho años. Ella hace parte de la guardia y se preocupa especialmente por el futuro de los más jóvenes para los que quisiera que existiera una sede deportiva donde pasar el tiempo libre.

Mónica se ha ganado la confianza de sus compañeros Awá, a quienes describe como sociables y amables. Es la compañera de Diego Chingal, coordinador de la guardia indígena del resguardo.  Diego es sobreviviente de la violencia que ha azotado su pueblo desde hace años. Reconoce que esos sucesos los siente como si hubieran ocurrido ayer, pero eso no le ha impedido servir a su pueblo, estar pendiente de sus necesidades, estar atentos a los actores que circulan en su territorio, y colaborar para recuperar la armonía del lugar también a través de la mediación en conflictos familiares.

El futuro…

“Hay cosas duras por las que nuestro resguardo ha pasado, pero todavía no se han reparado daños que se han hecho. Ha venido mucha gente a recolectar información, todo lo que ha pasado, pero todavía nada…”, enfatiza Diego.

A pesar de las masacres y la indolencia social y gubernamental. Ellos continúan. Tienen proyectos relacionados con la medicina ancestral y el rescate de toda su cultura, que incluye su idioma: Awapit. Aunque es dura la supervivencia, seguirán resistiendo y cuidando su territorio. “Pero nosotros también pedimos que el Estado colombiano y otras instituciones como la Defensoría del pueblo, la Cruz roja nos ayuden a controlar un poco este conflicto porque los resguardos nos hemos sentido amenazados por grupos (…) que el gobierno haga cumplir las leyes, la constitución y muchos derechos que nos protegen. Quiero que nos ayuden a denunciar a los entes competentes para salvaguardar muestras vidas, porque matan a un líder y queda ese miedo en el corazón y en la familia”, afirma Campo Elías gobernador del Resguardo.

Su petición es apoyada por Ever Nastacuas: “Al país le diría que existimos y que desde los entes territoriales y gubernamentales nos pongan interés en la inversión social, que somos parte de la Nación colombiana. No somos desconocidos y vivimos en los territorios de Colombia”.

 

Fuente: Radio Temblor