Por Comunicación Jubileo Sur/Américas
Deuda y Reparaciones en Haití y Puerto Rico, es la campaña que a mediados del 2019 Jubileo Sur/Américas lanzo, con los siguientes objetivos:
- Evidenciar y concientizar sobre los daños causados por los procesos de endeudamiento y militarización en Haití y Puerto Rico.
- Sumar esfuerzos a partir de las diferentes expresiones de resistencia y luchas de los pueblos para que Haití y Puerto Rico logre su independencia y autodeterminación.
- Exigir reparación a los daños causados por los procesos de endeudamiento y militarización en Haití y Puerto Rico.
Como parte de las acciones de seguimiento, se comparte el contenido del presente artículo escrito por Hilda Guerrero, quien hace parte de COMUNA CARIBE, una de las organizaciones convocantes de la campaña en Puerto Rico.
Es de gran relevancia conocer sobre los procesos actuales que se viven en este país, y la trascendencia de seguir demandando acciones para las reparaciones.
Acontecimientos recientes en Puerto Rico
La isla de Puerto Rico que aún no se recupera de la crisis provocada por los huracanes Irma y María del 2017 (todavía tenemos personas residiendo en viviendas con techos de lona) se ve una vez más afectada por los efectos de varios terremotos, ocurridos los días 6 y 7 de enero 2019, dejando miles de personas sin viviendas y una secuela de réplicas que continúan.
La parte sureste que fue afectada directamente por los sismos, está compuesta por pueblos empobrecidos a los que se les dificulta enfrentar los fenómenos naturales. En esta área siempre hay movimientos telúricos, pero no de la magnitud que se enfrentan actualmente.
Producto de la desigualdad y de la falta de atención gubernamental, estos pueblos y sus gentes no han desarrollado formas de vida que los prepare para estos eventos. La pobreza en estos sectores aumenta la vulnerabilidad, desamparo y capacidad de recuperación.
Ante la crisis, no hubo respuesta del gobierno, el Estado de Puerto Rico no estaba ni está preparado para enfrentar crisis como huracanes y terremotos. Siendo que Puerto Rico tiene una temporada de huracanes de 6 meses al año y están ubicada en una zona de alta actividad sísmica, por su localización y por las fallas telúricas del subsuelo se esperarían planes de prevención de desastres, planes de mitigación de daños e intervenciones inmediatas para socorrer a las personas afectadas, no existe ese nivel de respuesta.
La respuesta inmediata surgió espontánea de la gente de las comunidades, de la indignación de ver personas tiradas en las calles, durmiendo sin sábanas-cobijas, ver una niñez aterrada, personas viejas con serias condiciones de salud solas, ver un pueblo abandonado y desprotegido por las autoridades gubernamentales.
La solidaridad del pueblo boricua no se hizo esperar e inmediatamente se organizó la ayuda, la solidaridad pueblo a pueblo. Se organizaron caravanas de personas, de gente de todos los puntos de la isla, organizaciones no gubernamentales, movimientos sociales, iglesias, grupos comunitarios, organizaciones feministas moviéndose a llevar ayuda a las comunidades del sur que habían sido afectadas.
El apoyo de la diáspora puertorriqueña en Estados Unidos ha sido fundamental, tanto para los huracanes como en el terremoto.
Acciones de acompañamiento desde Comuna Caribe para el cuidado de la salud de las personas en este contexto
Comuna Caribe, es un espacio de solidaridad y reflexión crítica que en su mayoría está compuesto por mujeres, personas no binarias y artistas. Cada una de las personas de Comuna, desde su trinchera de lucha, se movilizó a apoyar.
Minutos después del terremoto, ya estábamos en comunicación con el “Proyecto Salud y Acupuntura para el Pueblo”, coordinando una clínica de salud, teníamos la experiencia del Huracán María y sabíamos lo efectiva que fuerón los espacios de sanación a través de la acupuntura, con protocolos que son muy efectivos para trabajar la ansiedad, la tensión, el insomnio, el trauma, protocolos específicos para personas diabéticas, hipertensas, etc.
Dos compañeros de Comuna, trabajan terapias de sanación ancestral a través de sobos, ventosas, aromaterapia y ellos se han unido a brigadas de la organización Mescolanza y de Acacia (organización no gubernamental de la diáspora puertorriqueña).
Otras se han integrado a la Caravana Violeta de la Coordinadora Paz para la Mujer, que además de ofrecer servicios de salud, provee artículos de primera necesidad.
Una de las artistas gráficas nos ha acompañado, ofreciendo talleres de arte a la niñez, algunas personas de Comuna Caribe ya contaban con la experiencia del terremoto en Haití, pues en varias ocasiones hemos viajado a nuestra hermana nación a ofrecer nuestra solidaridad. Esa experiencia nos fortaleció y nos hizo tener presente nuestra consigna “La solidaridad es el camino”.
Otra de las integrantes, que es enfermera ha organizado y convocado brigadas de salud a comunidades afectadas.
Sobre las manifestaciones populares y las demandas
Las manifestaciones surgen en el contexto del conocimiento del pueblo sobre la corrupción y malos manejos que hubo de grandes donaciones que se pusieron en manos del pueblo, cuando el Huracán María en 2017, nunca se supo que ocurrió con esos recursos.
Ciudadanos “descubren” almacenes que pertenecen al gobierno de Puerto Rico, con alimentos, agua, material de primera necesidad, catres, plantas, etc. y lo hacen público. Esa fue una evidencia más de la vileza y falta de sensibilidad con la que han estado obrando estos gobiernos que trabajan para su beneficio y el de sus allegados y hacen caso omiso a las necesidades del pueblo.
Estos alimentos y materiales de primera necesidad estuvieron almacenados desde el Huracán María, aún cuando hubo mucha necesidad post-huracán, nunca fueron entregados a las comunidades necesitadas.
Hubo personas que pasarón hambre y sed, y miles murieron por no recibir asistencia médica adecuada, el “descubrir” y denunciar la existencia de esos almacenes y saber que tenían una existencia de casi dos años y que habiendo necesidad luego del terremoto de enero, no se repartieran a las personas afectadas por el terremoto, indignó a la gente.
Hubo varias manifestaciones en repudio al ocultamiento y acaparamiento de esos artículos necesarios, por parte del Estado. Se solicitó la renuncia de la gobernadora Wanda Vázquez, que negó conocer sobre la existencia de los almacenes y luego tuvo que reconocer que, SI tenía conocimiento, al presentársele evidencia de que sí el Estado tenía conocimiento de los almacenes, porque incluso pagaban una alta renta por el alquiler de los almacenes y había evidencia de las facturas.
Las manifestaciones no fuerón tan efectivas como las del verano del 2019, más bien hubo una campaña mediática de esperar a las elecciones, que serán en el mes de noviembre.
A diferencia de los huracanes, los temblores, continúan con un impacto físico, emocional y material; las personas se están debilitando y las estructuras también.
Sobre la perspectiva Espiritual
A nivel ceremonial espiritual se está haciendo un llamado para dejar saber que el problema no son los temblores, la Pachamama nos recuerda que tenemos que alzar nuestra conciencia y no quedarnos de la misma forma. La tierra nos está incomodando, haciendo un llamado a movernos a estar más atentos a la madre tierra, para que le escuchemos y estemos mas en sincronicidad con ella. Respondiendo al llamado, algunos compañeros de Comuna Caribe, se han juntado en el Cerro del Bohique, participando de ceremonias, dándole ofrenda a madre tierra/Pachamama reconociendo que como humanidad somos parte de la naturaleza y que el tema de los temblores, es algo más allá que solo placas tectónicas moviéndose.
También es importante entender que la naturaleza no es enemiga. Es tan poderosa, que con sensibilidad y conciencia en conversaciones que hemos tenido con personas en el sur, las mismas personas han podido ir descubriendo de donde viene el miedo. Que es más la incertidumbre y la negligencia del gobierno que los mismos temblores, los terremotos son naturales, el desastre es el sistema político.