Los pueblos de las Américas tienen la última palabra: Declaración final de la Cumbre de los Pueblos por la Democracia

 

Los pueblos de América tienen la última palabra: 

Declaración final de la Cumbre de los Pueblos por la Democracia

10 de junio de 2022 

Los Ángeles, California

La Cumbre de los Pueblos por la Democracia, celebrada en Los Ángeles (California), ha sido una reunión histórica de miles de personas en desafío a la política de exclusión de la administración Biden. Más de 250 organizaciones que representan a los trabajadores, los inmigrantes, las mujeres, los pueblos negros e indígenas, la comunidad LGBTQIA+ y muchas otras comunidades en lucha, se reunieron para compartir una visión del futuro que sea inclusiva y se base en el principio de la solidaridad.

En este evento de tres días de actuaciones culturales, talleres, paneles, intercambios y debates, profundizamos en nuestra comprensión del estado actual de nuestra región y ampliamos nuestra perspectiva de las experiencias y luchas que nos conectan con nuestros hermanos y hermanas de todo el continente, y del mundo.

El futuro que vislumbra la cumbre de Biden no prioriza a los pueblos de nuestro continente. Es una visión en la que Estados Unidos tiene rienda suelta sobre los asuntos internos de los países de América Latina y el Caribe; una visión que pone los intereses políticos y económicos de Estados Unidos y de las grandes empresas por encima de los de los pueblos. Para ello, la Organización de Estados Americanos (OEA) sigue siendo un instrumento de lucha contra las fuerzas progresistas del hemisferio y de legitimación de los golpes de Estado, de la intervención y de la política de exclusión. No cumple ninguna función positiva y debe ser abolida.

La exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua ya han convertido la cumbre de Biden en un desastre político; añadimos que esta exclusión no habla en nombre de la clase trabajadora y de la gente de conciencia de este país que desea la amistad y el diálogo con todos los pueblos de nuestro hemisferio.

Durante el tiempo que estuvimos juntos, marchamos, bailamos y alzamos nuestra voz común en protesta contra la injusticia. No sólo analizamos y criticamos los fallos del actual estado de cosas, sino que también intercambiamos estrategias para garantizar nuestra supervivencia y avanzar. Compartimos propuestas para construir el futuro que queremos, necesitamos y merecemos; un futuro que nos atrevemos a construir, ahora.

En el “país más rico del mundo”, 140 millones viven en la pobreza o cerca de ella. El gobierno estadounidense es adicto al militarismo y a la guerra y gastará más de 800.000 millones de dólares en 2022, en muerte y destrucción. En lugar de prepararse para la guerra, la sociedad debe organizarse para satisfacer las necesidades humanas. Queremos un futuro sin desahucios, violencia policial y encarcelamiento masivo, deportaciones, sanciones y bloqueos. Decimos: ¡no más! Queremos un futuro en el que todos tengamos acceso a una vivienda adecuada, a una alimentación sana, a la sanidad, a la educación y a la cultura. Decimos amnistía total y derechos para todos los inmigrantes. Debemos eliminar todas las formas de supremacía blanca, racismo, homofobia, sexismo, transfobia y todo tipo de discriminación y opresión.

Defenderemos el derecho del pueblo a organizarse y a expresarse, a construir una democracia real -una democracia popular- en un clima caracterizado por la censura y la privación de derechos. Protegeremos el derecho al voto y el derecho de los trabajadores a formar sindicatos y a negociar colectivamente. Protegeremos todos los avances a favor de los derechos civiles y humanos que han conseguido nuestros movimientos a lo largo de la historia, como el derecho humano de las mujeres a controlar sus cuerpos. Defenderemos la Madre Tierra y lucharemos contra el extractivismo y la explotación de la tierra.

Esta Cumbre que hemos construido juntos ha sido un puente entre organizaciones, movimientos, regiones, idiomas y fronteras. Estamos creando lazos entre nosotros y la unidad a través de nuestras diferentes luchas. Aunque el tiempo que hemos pasado juntos está llegando a su fin, afirmamos la lucha continua por un mundo más justo y nos volvemos a dedicar a ella.

Luchamos contra un Imperio que se empeña en mantener la supremacía mundial, una peligrosa ilusión que pone en peligro a la humanidad y al planeta. Por muy duro que sea el camino que tenemos por delante, sacamos fuerzas de los siglos de lucha que nos preceden, de aquellos que se han levantado y han superado sistemas que en su día parecían invencibles.

La humanidad no tiene otra opción que luchar. Estaremos en las calles, en nuestros barrios, en nuestros lugares de trabajo y en nuestros hogares, construyendo y organizando constantemente, llevando a cabo las miles de pequeñas tareas y grandes luchas que juntas nos acercan a la victoria. Nuestro planeta nos necesita, nuestra gente nos necesita, ¡y ganaremos!

Equipo de medios de comunicación de la Cumbre del Pueblo

 

Fuente: COPINH

Pedimos su adhesión: Carta Abierta a los Gobiernos e Instituciones Prestamistas Internacionales

Saludos y deseos de Justicia y Solidaridad, en el marco de

LA   SEMANA  DE ACCIÓN GLOBAL 

POR LA ANULACIÓN DE LA DEUDA

Les invitamos a sumar las adhesiones


Carta abierta a los gobiernos e instituciones y prestamistas internacionales 

Firme aquí: https://forms.gle/ZA3aMNxb61M2UifF9

La pandemia COVID19 ha puesto nuestro mundo patas arriba.

La pandemia Covid-19 ha afectado gravemente la salud, la seguridad y la supervivencia de cientos de millones de personas. Las comunidades de todo el mundo están siendo empujadas más profundamente a la pobreza, la existencia precaria y la desigualdad, con la pérdida masiva de trabajo remunerado, de trabajo independiente, de medios de subsistencia, así como con una disminución del acceso a los alimentos, el agua y el saneamiento, la vivienda adecuada, la educación, los servicios de salud y demás necesidades básicas. Se estima que 500 millones de personas más podrían ser empujadas a la pobreza como resultado de la pandemia y de la consecuente recesión económica, excesivamente exacerbada. En todas las regiones del mundo, la violencia contra las mujeres, las niñas y las personas LGTBI+ ha aumentado en cantidad y en gravedad.

Este es un momento sin precedentes de intensas crisis múltiples con la Covid-19, la recesión económica mundial, la crisis de cuidados y la escalada de la emergencia climática y ecológica. A pesar de la urgencia y la magnitud del sufrimiento humano, los gobiernos y la comunidad internacional no están pasando al modo de emergencia para atender a las personas y las comunidades.

Estas condiciones ponen claramente de manifiesto el problema continuo de la deuda que se interpone en el camino de la supervivencia de las personas y la lucha contra la desigualdad, la plena realización de sus derechos humanos, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, la justicia económica, de género y ecológica, así como la búsqueda de una vida digna.

Anualmente, el Sur Global gasta más de USD 300.000 millones en pagos de la Deuda Externa Pública a los prestamistas bilaterales y multilaterales como el Banco Mundial y el FMI, los bancos privados, los especuladores y los inversores en bonos y valores estatales. El problema de la deuda se ve agravado por otras formas de flujos financieros ilícitos que también se cuentan por miles de millones de dólares. Se trata de dinero de vital importancia para la inversión pública en salud, fundamental para luchar contra la Covid-19, la asistencia económica y estructural a las personas, familias y comunidades afectadas, vulnerables y marginadas y la construcción de economías que generen sistemas más justos, equitativos, resilientes al clima y sostenibles.

Dada la urgencia y la gravedad de la crisis a la que nos enfrentamos, las respuestas al problema de la deuda han sido, en el mejor de los casos, sumamente insuficientes y, en muchas ocasiones, contraproducentes.

El FMI anunció un paquete de alivio de la deuda Covid-19 en abril de 2020 y dijo que utilizará USD 500 millones para cubrir varios meses de pagos de la deuda que 28 países están realizando al FMI. El FMI dice que, finalmente, tiene como objetivo cubrir dos años de pagos, pero esto dependería de si recibe promesas adicionales de los países miembros para su Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes (FFACC). De hecho, el FMI no anuló sus reclamos. Las contribuciones de varios países ricos al FFACC se utilizaron para reembolsar los reclamos del FMI de estos 28 países.

En el mismo mes, los gobiernos del G20 introdujeron la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por su sigla en inglés). No se trata de una cancelación, sino simplemente de un retraso de ocho meses de hasta USD 12.000 millones en pagos de deuda pública, y sólo 73 países se consideraron elegibles. De esta manera, sólo se han suspendido realmente USD 5.300 millones en concepto de pagos de deuda bilateral a 43 países, todos los cuales se pagarán ahora entre 2022 y 2024.

Hasta ahora, los prestamistas privados se han negado a anular o suspender cualquiera de las deudas que reclaman. Del mismo modo, los bancos multilaterales de desarrollo, como el Banco Mundial, tampoco han dejado de cobrar sus reclamos de deuda pendiente.

Mientras tanto, el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Asiático de Desarrollo están poniendo a disposición un total combinado de USD 205.500 millones para medidas de respuesta a la Covid-19. El FMI ha aprobado más de USD 88.000 millones en préstamos de emergencia en los últimos 6 meses a 81 países. Es una parodia de justicia que los países del Sur Global terminen aún más endeudados frente a las múltiples crisis.

El abrumador problema de la deuda va más allá del sangrado a las arcas públicas, frente a las grandes necesidades y vulnerabilidades.

Gran parte de esta deuda es ilegítima, prestada irresponsable e injustamente, impulsada por préstamos depredadores, utilizada para financiar proyectos y políticas perjudiciales, sin requisitos legales y democráticos, acompañada de términos onerosos e injustos, contraída por empresas privadas pero asumida por los Estados o contraída a través de garantías públicas de beneficios privados, desperdiciada o robada.

Las condiciones políticas asociadas a los préstamos, incluidos los recortes en los servicios públicos y la protección social, la privatización y los severos programas de austeridad, también han causado un daño tan grande, si no mayor, que el servicio de la deuda, especialmente en las mujeres y las niñas, los pueblos indígenas y las personas y comunidades más empobrecidas y vulnerables. Estas condiciones han exacerbado los conflictos sociales, la criminalización de la pobreza y la militarización y represión.

Además, la deuda y el “endeudamiento” de los países del Sur es a la vez una consecuencia y una herramienta para la dominación, al subvertir la capacidad de los países y los pueblos de dar forma a sus propios programas económicos y socavar las instituciones soberanas y los procesos democráticos.

Todo esto contrasta con el hecho de que los pueblos de los países del Sur Global ya han pagado varias veces las deudas contraídas en su nombre, con su dinero, sus medios de vida, su seguridad, su bienestar, sus vidas y la salud del planeta. Y todo esto en contraste con la deuda social, histórica y ecológica mucho mayor que se mantiene con los pueblos del Sur por siglos de saqueo colonial y poscolonial, por la extracción de sus bienes naturales y por la explotación de su trabajo, incluyendo el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado de las mujeres.

Exigimos mucho más que “alivio de la deuda”, exigimos justicia.

Hacemos un llamamiento a los líderes mundiales, los gobiernos nacionales, las instituciones financieras, públicas y privadas, para que tomen medidas urgentes, justas y ambiciosas, en cumplimiento de sus obligaciones y responsabilidades y se comprometan con lo siguiente:

1. Anulación incondicional de los pagos de deuda externa pública por parte de todos los prestamistas –bilaterales, multilaterales y privados – para todos los países que lo necesiten durante al menos los próximos cuatro años como paso inmediato y un programa claro para la anulación incondicional de la deuda pendiente; Además, los gobiernos prestatarios tienen en su poder la capacidad de dejar de hacer pagos de la deuda, pero no deberían sufrir ningún tipo de penalización por ello.

2. Uso de los recursos liberados de los pagos de la deuda para atender las necesidades inmediatas de atención médica vital y universal, protección social y otros servicios y derechos esenciales, asegurar la seguridad y el bienestar de las personas y las comunidades, proporcionar asistencia económica y estructural a las personas, familias y comunidades afectadas, vulnerables y marginadas, emprender acciones climáticas urgentes y construir economías que sean equitativas, respeten los derechos humanos, promuevan la justicia de género, de raza y ecológica y sean resilientes al clima y compatibles con la salud del planeta;

3. Realización de auditorías nacionales de deuda – tanto gubernamentales como de ciudadanos e ciudadanas independientes – que examinarán críticamente la naturaleza, el propósito, los términos y condiciones, el uso real de los préstamos y los impactos de las políticas y programas respaldados por préstamos, y revisarán exhaustivamente los cambios en las políticas de préstamos, endeudamientos y pagos para evitar la acumulación de deuda insostenible e ilegítima;

4. Un marco justo, transparente, vinculante y multilateral para la resolución de crisis de la deuda (bajo los auspicios de las Naciones Unidas y no en los ámbitos dominados por los prestamistas) que aborde la deuda insostenible e ilegítima;

5. Revisión nacional y mundial y cambios en las políticas y prácticas de préstamos, endeudamientos y pagos destinados a prevenir la acumulación de deuda insostenible e ilegítima, que fortalezca las instituciones y los procesos democráticos y defienda los derechos humanos y la autodeterminación de los pueblos;

6. Reconocimiento y aplicación de la primacía de los derechos humanos y de las obligaciones correspondientes de los Estados, la comunidad internacional y los agentes privados, incluida la responsabilidad extraterritorial de cada Estado por los impactos de la acción u omisión de empresas, especuladores e inversores bajo su jurisdicción;

7. Reparación de los daños causados a los países, pueblos y naturaleza, debido a la contratación, uso y pago de deudas insostenibles e ilegítimas y las condiciones impuestas para garantizar su cobro.

Buscamos la solución decisiva y completa al problema de la deuda como parte de la profunda transformación de los sistemas económicos y financieros que las crisis actuales exigen tan urgentemente.

REDH-CUBA: Movimientos e Instituciones Afrovenezolanas, “Informe Bachelet sesgado y racista “

Condenamos el informe sesgado y racista que presento la Comisionada de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, Michelle Bachelet sobre la situación que vive la República Bolivariana de Venezuela, nuestro país, el cual es sometido a un saboteo internacional ante el bloqueo multidimensional que viene sufriendo desde el decreto del expresidente Obama y profundizado por el gobierno de Donald Trump acompañado de gobiernos neoliberales de Europa y América Latina.

La doctora Bachelet guardo silencio ante el asesinato de más de quince víctimas afrodecendientes en las Guarimbas lideradas por grupos de ultraderecha y exterminio racial de la burguesía venezolana. Anulo en su informe el caso del joven de 21 años Orlando Figueras quemado vivo por bandas de exterminio racial en la plaza Altamira de Caracas. La doctora Bachelet y su equipo de trabajo que estuvo en Venezuela fue incapaz de entrevistar a los familiares de las víctimas que aún sufren la consecuencia del odio racial que implanto la ultraderecha venezolana. Su informe, doctora Bachelet es violatorio del artículo 4 de la Convención Contra la discriminación racial de la ONU, el cual expresa que “Los Estados partes condenan toda la propaganda y todas las organizaciones que se inspiren en ideas o teorías  que promuevan el odio racial”, y eso fue lo que paso con el linchamiento del joven Figueras, el cual fue apuñalado y quemado, como dice en su poemario la poetisa afrovenezolana Lilia Ferrer en su libro Imba, voces del tiempo, en un poema dedicado a Figueras:

Piel negra que se desnuda

que corre angustiosa,

desnudos sus surcos

desnudos sus sueños.

Y el aire se impregna de un cuerpo prendido

iluminadas sus alas de Fénix herido

Doctora Bachelet, sabía usted que su informe sesgado se cubre de un manto discriminatorio y racista. Es lamentable que se haya dejado envolver con indicadores POCOS CONFIABLES y  su equipo no haya llegado al fondo del problema de que El Centro de la violación de los derechos humanos tiene su epicentro en el gobierno de  Donald Trump, el mismo gobierno que apoya a los gobiernos de exterminio racial como el del presidente Ivan Duque en Colombia quien lleva en su corto tiempo más de cientos de líderes afrodescendientes asesinado al igual que el presidente de Honduras Juan Hernández quien ha exterminado mas del quince por ciento de la comunidad afroindigena Garifuna. Para esos asesinatos raciales que también a cometido el presidente Trump no hay informe por parte de su equipo de trabajo?

Invitamos al Relator de la ONU sobre tema afrodescendiente a hacer una visita a nuestro país para que conozcan como el bloqueo esta afectando a nuestras comunidades afrodescendientes y al mismo tiempo recoger los testimonios de los familiares de las victimas afro caídas en la Guarimba (actos terroristas) que dirigió el partido Voluntad Popular al cual pertenece el violador de la Constitución venezolana y ventrílocuo del gobierno estadounidense, el aspirante a presidente terrorista Juan Guaido

Movimiento afrorevolucionario Juan Ramón Lugo, Trenzas Insurgentes, Organización cimarrón Guillermo Ribas,  Movimiento afrotuyero, Frente Antiimperialista Jose Leonardo Chirino, Conadecafro, AfroSoy, Bloque Panafricano de Venezuela y Afrojuventud Rebelde.

 

Fuente: REDH-CUBA