Haití atraviesa una vez más una crisis muy profunda. Actualmente, un elemento central de la misma es la lucha contra la dictadura impuesta por el expresidente Jovenel Moïse quien terminó su mandato presidencial el 7 de febrero de este año, sin embargo, sigue aferrado a su cargo, con el apoyo del imperialismo norteamericano y la Organización de Estados Americanos.
Por eso una amplia mayoría de la población permanece firme en las calles, en su lucha para poner fin a este régimen al margen de la Constitución, lograda con mucho esfuerzo el 29 de marzo de 1987, tras el derrocamiento de la dictadura de Duvaillier.
Esta crisis institucional se enmarca dentro una ola de violencia que contempla ataques a periodistas, distintas masacres en barrios populares, asesinatos y detenciones arbitrarias de opositores, detención de un juez de la Corte de Casación, y la creación de centenares de grupos armados que siembran el terror sobre todo el territorio nacional y que responden al poder.
Cabe destacar el rol terriblemente negativo de la ocupación militar por las tropas de Naciones Unidas a través de la MINUSTAH, así como las operaciones de prolongación de una situación de tutela a través de la MINUJUSTH y de la BINUH que también son responsables de la crisis social y política de Haití.
Por eso apoyamos con la lucha del pueblo haitiano y convocamos a las organizaciones, partidos, sindicatos, movimientos populares, redes, y todos y todas quienes se identifiquen con los pueblos que luchan contra la opresión imperial y dictatorial en cualquier parte del mundo a manifestar su solidaridad el día 29 de marzo a:
Realizar manifestaciones en lugares simbólicos de nuestros países, embajadas de EE.UU. o Haití (donde haya) o sedes de la ONU, OEA.
Desplegar una campaña en redes sociales con fotos y videos con #NoDictatorshipInHaiti, #DownWithUSImperialism, #LongLiveHaiti
Firmar y presentar petitorios y cartas en instituciones de gobierno en cada país, denunciando la situación en Haití y exigiendo que no se reconozca al gobierno dictatorial de Moïse. Para añadir la firma de su organización, registre aquí hasta 28 de marzo: https://forms.gle/nuKPsiAkgzrpCw34A
Solo el pueblo haitiano puede decidir sobre su futuro. Sin dictaduras ni intervenciones imperialistas. Basta ya de injerencia imperialista en Haití, por la democracia y la soberanía.
A los gobiernos de los países miembros de la ONU y la OEA
Al pueblo de Haití y sus organizaciones
De nuestra consideración
Haití atraviesa una vez más una crisis muy profunda. Actualmente, un elemento central de la misma es la lucha contra la dictadura impuesta por el expresidente Jovenel Moïse.
Desde el año pasado este señor, luego de decretar el cese del Parlamento, gobierna mediante decretos, violando de manera permanente la Constitución del país. Así́, por ejemplo, se rehúsa a abandonar el poder a pesar de que su mandato venció́ el 7 de febrero de 2021, alegando que éste termina el 7 de febrero del año próximo, sin ningún sustento legal. Esto lo hace a pesar de los múltiples pronunciamientos en contra por parte de las principales instancias jurídicas del país, tales como el CSPJ (Consejo Superior del Poder Judicial), la Federación que agrupa a las Asociaciones de Abogados Haitianos, así́ como también de las Federaciones Religiosas y numerosas instituciones representativas de la sociedad. En ese momento, además, hay una huelga de funcionarios judiciales lo que deja al país sin ningún organismo del poder judicial funcionando.
Al mismo tiempo, esta crisis institucional se enmarca dentro de una inseguridad que afecta prácticamente a todos los sectores de la sociedad haitiana. Una inseguridad que se expresa a través de salvajes represiones de las movilizaciones populares por parte de la PNH (Policía Nacional Haitiana) domesticada por el Ejecutivo, ataques a periodistas, distintas masacres en barrios populares, asesinatos y detenciones arbitrarias de opositores, detención de un juez de la Corte de Casación bajo pretexto de fomentar un supuesto complot contra la seguridad del Estado y para asesinarlo, revocatoria ilegal y arbitraria de tres jueces de esta Corte, creación de centenares de grupos armados que siembran el terror sobre todo el territorio nacional y que responden al poder, transformando al secuestro de personas en una industria bastante próspera para esos criminales.
Los 13 años de ocupación militar por las tropas de Naciones Unidas a través de la MINUSTAH, así́ como las operaciones de prolongación de una situación de tutela a través de la MINUJUSTH y de la BINUH han agravado la crisis haitiana, apoyando a los sectores retrógrados, antidemocráticos y mafiosos. Además, cometieron graves crímenes contra la población haitiana y sus derechos fundamentales (como la introducción del cólera) que merecen procesos ejemplares de justicia y reparación. El pueblo de Haití́ pagó cara la intervención de MINUSTAH: 30 MIL MUERTOS por el cólera llevado por los soldados, miles de mujeres violadas, que ahora tienen hijos huérfanos de padres vivos, los soldados que regresaron a sus países. Nada cambió positivamente en 13 años, más desigualdad social, más pobreza, más dificultades para el pueblo y ausencia de democracia.
Las condiciones de vida de los sectores populares se han agravado de manera dramática como consecuencia de más de 30 años de políticas neoliberales impuestas por las instituciones financieras internacionales (IFIs), una severa crisis cambiaria, la congelación del salario mínimo y una inflación superior al 20% durante los 3 últimos años.
Ahora cabe recalcar que, a pesar de esta situación tan dramática, el pueblo haitiano sigue firme y se moviliza de manera constante para impedir la consolidación de dicha dictadura exigiendo la partida inmediata del expresidente Jovenel Moïse. Recientemente los días 14 y 28 de febrero centenares de miles de ciudadanos/ciudadanas expresaron claramente en la calle su rechazo a la dictadura y su firme compromiso para el respeto de la Constitución.
Teniendo en cuenta la importancia de esta lucha y que este régimen dictatorial goza todavía del apoyo de gobiernos imperialistas tales como los de Estados Unidos, Canadá́, Francia y de organismos internacionales como la ONU, la OEA, la UE y el FMI, llamamos a escuchar al pueblo de Haití que exige el fin de la dictadura así́ como también el respeto a su soberanía y autodeterminación y la instauración de un régimen de transición político controlado por los actores haitianos que tenga suficiente espacio como para lanzar un proceso de auténtica reconstrucción nacional.
Reclamamos en especial a la ONU y la OEA – que ciertamente no tiene derecho ni moral a inmiscuirse en las elecciones y otros asuntos internos de los países miembros -, a los gobiernos de todos los países, sobre todo los que se prestaron para “ocupar humanitariamente” a Haití durante 13 años, a través de la MINUSTAH-, que dejen de comportarse como si Haití fuera su colonia. ¡Basta de injerencia! Su deber es otro: asegurar justicia y reparaciones por todos los crímenes que han cometido contra ese pueblo y país, incluyendo la introducción del cólera, la violación y los abusos sexuales, la impunidad de su manipulación electoral y el uso de la “cooperación” para sus propios fines.
Solo el pueblo haitiano puede decidir sobre su futuro, pero en ese caminar cuenta con nuestra solidaridad y disposición a apoyarle con todas las acciones a nuestro alcance. Apoyamos al pueblo y los movimientos de Haití para que pueden elegir un gobierno popular de transición y una Constituyente de forma democrática.
Por una Haití Libre y Soberana.
FIRMAN ESTA CARTA:
REDES INTERNACIONALES
AIP – Asamblea Internacional de los Pueblos ALBA Movimientos FDIM – Federación Democrática Internacional de Mujeres Foro de São Paulo Jornada Internacional de Lucha Antiimperialista Jubileo Sur La Via Campesina MMM – Marcha Mundial de las Mujeres PIE – Partido de la Izquierda Europea
AMÉRICA LATINA y CARIBE
Argentina, ALBA Movimientos/ Frente Patria Grande/ Jubileo Sur Argentina Argentina, Amigos de la Tierra Argentina Argentina, Así Cultural IMPA La Fábrica Argentina, CAPOMA Bs As Argentina, Casa de la Amistad argentino-cubana-venezolana de La Matanza Argentina, Cátedra Libre Salvador Allende. UBA Argentina, CEMIDA (CENTRO DE MILITARES PARA LA DEMOCRACIA ARGENTINA) Argentina, ChavismoSUR Argentina, Colectivo Sanitario Andrés Carrasco/ALAMES Argentina
Argentina, Comité argentino de solidaridad por el fin de la ocupación de Haití Argentina, Corriente Nacional Emancipacion Sur Argentina, Corriente Nacional Martín Fierro
Argentina, Diálogo 2000-Jubileo Sur Argentina Argentina, Encuentro de Profesionales Contra la Tortura Argentina, Envar El Kadri Argentina, Estudiante Argentina, Familiares de desaparecidos y detenidos x razones políticas de Córdoba Argentina, Frente Patria Grande Argentina, Grupo de Estudios sobre America Latina y el Caribe Argentina, Haiti, EE.UU., Camerùn, Tanzania, Italia, Francia, Bèlgica,, Gran Bretaña, Irlanda, La Santa Unión de los Sagrados Corazones Argentina, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas
Argentina, Marabunta Corriente Social y Política Argentina, Movimiento Centroamericano 2 de Marzo Argentina, Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho Argentina, Negras(si)Marronas Argentina, Nuestramerica Movimiento Popular Argentina, ORGANIZACIONES LIBRES DEL PUEBLO-RESISTIR Y LUCHAR Argentina, Partido de la Liberación PL
Argentina, Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel Argentina, RESUMEN LATINOAMERICANO Argentina, Servicio Paz y Justicia, SERPAJ Argentina, Todo en sepia asociación de mujeres afrodescendientes en la Argentina Argentina, Unidad Popular, clozano Brasil, Associação Brasileira de Juristas pela Democracia – ABJD Brasil, Central de Movimentos Populares do Brasil / C M P – BRBR Brasil, Comitê Anti-imperialista general Abreu e Lima Brasil, CONEN – COORDENAÇÃO NACIONAL DE ENTIDADES NEGRAS Brasil, Conselho Pastoral dos Pescadores Brasil, Consulta Popular Brasil, FUP – Federação Única dos Petroleiros Brasil, Jubileu Sul Brasil Brasil, Levante Popular da Juventude Brasil, Movimento Camponês Popular – MCP Brasil, Movimento dos Atingidos por Barragens – MAB Brasil, Movimento dos Pequenos Agricultores – MPA Brasil, Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra – MST Brasil, Movimento Pela Soberania Popular na Mineração Brasil, Pastoral da Juventude Rural Brasil, SPM Brasil, União da Juventude Socialista Chile, Angie Chile, Izquierda Libertaria Colombia, Coordinación Política y Social Marcha Patriótica Colombia, Corporaciòn Josè Martì Pèrez Ecuador, ACCIÓN ECOLÓGICA Ecuador, Instituto de Estudios Ecologistas del Tercer Mundo El Salvador, Movimiento por la Salud Dr Salvador Allende-ALAMES El Salvador, RACDES Honduras, CONAMINH México, Cátedra Libre de Pensamiento Latinoamericano «Ernesto Che Guevara» México, Comité de Derechos Humanos de Base de Chiapas Digna Ochoa México, Observatorio Latinoamericano de Geopolítica México, Partido Popular Socialista-Agrupación Política Nacional Popular Socialista Perú, CENTRO DE DESARROLLO ETNICO – CEDET Perú, Federación de Trabajadores de Lambayeque CTP Puerto Rico, Colectivo Ilé Puerto Rico, COMUNA Caribe Puerto Rico, Plena Combativa República Dominicana, Accion Afro Dominicana República Dominicana, Coonadeco Trinidad & Tobago, Assembly of Caribbean People Trinidad & Tobago, Oilfields Workers’ Trade Union Uruguay, Coordinadora en defensa de la Autodeterminación del pueblo Haitiano HAITÍ Uruguay, PCR-Partido Comunista Revolucionario Venezuela, Coalición de Tendencia Clasista (CTC-VZLA) Venezuela, Coordinadora Simón Bolívar Venezuela, Frente Francisco de Miranda Venezuela, Mala madre Venezuela, OCV. Organización Comunitaria Venezuela
AMÉRICA DEL NORTE
Estados Unidos, Anti-Imperialist Action Committee Estados Unidos, Grassroots Global Justice Alliance Estados Unidos, Latin America Solidarity Coalition of Western Massachusetts Estados Unidos, Massachusetts Peace Action
ÁSIA
Timor-Leste, Conselho Nacional da Ressureicao de Maubere (CNRM)
EUROPA
España, Comunidad Cristiana Vanguardia Obrera España, Ongd AFRICANDO Francia, France Insoumise Amérique Latine Italia, Potere al Popolo!
Haití atraviesa una vez más una crisis muy profunda. Actualmente, un elemento central de la misma es la lucha contra la dictadura impuesta por el expresidente Jovenel Moïse quien terminó su mandato presidencial el 7 de febrero de este año, sin embargo, sigue aferrado a su cargo, con el apoyo del imperialismo norteamericano y la Organización de Estados Americanos.
Por eso una amplia mayoría de la población permanece firme en las calles, en su lucha para poner fin a este régimen al margen de la Constitución, lograda con mucho esfuerzo el 29 de marzo de 1987, tras el derrocamiento de la dictadura de Duvaillier.
Esta crisis institucional se enmarca dentro una ola de violencia que contempla ataques a periodistas, distintas masacres en barrios populares, asesinatos y detenciones arbitrarias de opositores, detención de un juez de la Corte de Casación, y la creación de centenares de grupos armados que siembran el terror sobre todo el territorio nacional y que responden al poder.
Cabe destacar el rol terriblemente negativo de la ocupación militar por las tropas de Naciones Unidas a través de la MINUSTAH, así como las operaciones de prolongación de una situación de tutela a través de la MINUJUSTH y de la BINUH que también son responsables de la crisis social y política de Haití.
Por eso apoyamos con la lucha del pueblo haitiano y convocamos a las organizaciones, partidos, sindicatos, movimientos populares, redes, y todos y todas quienes se identifiquen con los pueblos que luchan contra la opresión imperial y dictatorial en cualquier parte del mundo a manifestar su solidaridad el día 29 de marzo a:
Realizar manifestaciones en lugares simbólicos de nuestros países, embajadas de EE.UU. o Haití (donde haya) o sedes de la ONU, OEA.
Desplegar una campaña en redes sociales con fotos y videos con #NoDictatorshipInHaiti, #DownWithUSImperialism, #LongLiveHaiti, #HaitiLibre
Firmar y presentar petitorios y cartas en instituciones de gobierno en cada país, denunciando la situación en Haití y exigiendo que no se reconozca al gobierno dictatorial de Moïse. Para añadir la firma de su organización, registre aquí hasta 28 de marzo: https://forms.gle/nuKPsiAkgzrpCw34A
Solo el pueblo haitiano puede decidir sobre su futuro. Sin dictaduras ni intervenciones imperialistas. Basta ya de injerencia imperialista en Haití, por la democracia y la soberanía.
Convocan desde Haití: COPASP – KONBIT – FPP – PAPDA
Apoyan mundialmente: Asamblea Internacional de los Pueblos – ALBA Movimientos – Jubileo Sur/Américas – Jornada Internacional de Lucha Antiimperialista – Marcha Mundial de las Mujeres – Foro de São Paulo – La Via Campesina – Partido de la Izquierda Europea – Federación Democrática Internacional de Mujeres
A los gobiernos de los países miembros de la ONU y la OEA
Al pueblo de Haití y sus organizaciones
De nuestra consideración
Haití atraviesa una vez más una crisis muy profunda. Actualmente, un elemento central de la misma es la lucha contra la dictadura impuesta por el expresidente Jovenel Moïse.
Desde el año pasado este señor, luego de decretar el cese del Parlamento, gobierna mediante decretos, violando de manera permanente la Constitución del país. Así́, por ejemplo, se rehúsa a abandonar el poder a pesar de que su mandato venció́ el 7 de febrero de 2021, alegando que éste termina el 7 de febrero del año próximo, sin ningún sustento legal. Esto lo hace a pesar de los múltiples pronunciamientos en contra por parte de las principales instancias jurídicas del país, tales como el CSPJ (Consejo Superior del Poder Judicial), la Federación que agrupa a las Asociaciones de Abogados Haitianos, así́ como también de las Federaciones Religiosas y numerosas instituciones representativas de la sociedad. En ese momento, además, hay una huelga de funcionarios judiciales lo que deja al país sin ningún organismo del poder judicial funcionando.
Al mismo tiempo, esta crisis institucional se enmarca dentro de una inseguridad que afecta prácticamente a todos los sectores de la sociedad haitiana. Una inseguridad que se expresa a través de salvajes represiones de las movilizaciones populares por parte de la PNH (Policía Nacional Haitiana) domesticada por el Ejecutivo, ataques a periodistas, distintas masacres en barrios populares, asesinatos y detenciones arbitrarias de opositores, detención de un juez de la Corte de Casación bajo pretexto de fomentar un supuesto complot contra la seguridad del Estado y para asesinarlo, revocatoria ilegal y arbitraria de tres jueces de esta Corte, creación de centenares de grupos armados que siembran el terror sobre todo el territorio nacional y que responden al poder, transformando al secuestro de personas en una industria bastante próspera para esos criminales.
Los 13 años de ocupación militar por las tropas de Naciones Unidas a través de la MINUSTAH, así́ como las operaciones de prolongación de una situación de tutela a través de la MINUJUSTH y de la BINUH han agravado la crisis haitiana, apoyando a los sectores retrógrados, antidemocráticos y mafiosos. Además, cometieron graves crímenes contra la población haitiana y sus derechos fundamentales (como la introducción del cólera) que merecen procesos ejemplares de justicia y reparación. El pueblo de Haití́ pagó cara la intervención de MINUSTAH: 30 MIL MUERTOS por el cólera llevado por los soldados, miles de mujeres violadas, que ahora tienen hijos huérfanos de padres vivos, los soldados que regresaron a sus países. Nada cambió positivamente en 13 años, más desigualdad social, más pobreza, más dificultades para el pueblo y ausencia de democracia.
Las condiciones de vida de los sectores populares se han agravado de manera dramática como consecuencia de más de 30 años de políticas neoliberales impuestas por las instituciones financieras internacionales (IFIs), una severa crisis cambiaria, la congelación del salario mínimo y una inflación superior al 20% durante los 3 últimos años.
Ahora cabe recalcar que, a pesar de esta situación tan dramática, el pueblo haitiano sigue firme y se moviliza de manera constante para impedir la consolidación de dicha dictadura exigiendo la partida inmediata del expresidente Jovenel Moïse. Recientemente los días 14 y 28 de febrero centenares de miles de ciudadanos/ciudadanas expresaron claramente en la calle su rechazo a la dictadura y su firme compromiso para el respeto de la Constitución.
Teniendo en cuenta la importancia de esta lucha y que este régimen dictatorial goza todavía del apoyo de gobiernos imperialistas tales como los de Estados Unidos, Canadá́, Francia y de organismos internacionales como la ONU, la OEA, la UE y el FMI, llamamos a escuchar al pueblo de Haití que exige el fin de la dictadura así́ como también el respeto a su soberanía y autodeterminación y la instauración de un régimen de transición político controlado por los actores haitianos que tenga suficiente espacio como para lanzar un proceso de auténtica reconstrucción nacional.
Reclamamos en especial a la ONU y la OEA – que ciertamente no tiene derecho ni moral a inmiscuirse en las elecciones y otros asuntos internos de los países miembros -, a los gobiernos de todos los países, sobre todo los que se prestaron para “ocupar humanitariamente” a Haití durante 13 años, a través de la MINUSTAH-, que dejen de comportarse como si Haití fuera su colonia. ¡Basta de injerencia! Su deber es otro: asegurar justicia y reparaciones por todos los crímenes que han cometido contra ese pueblo y país, incluyendo la introducción del cólera, la violación y los abusos sexuales, la impunidad de su manipulación electoral y el uso de la “cooperación” para sus propios fines.
Solo el pueblo haitiano puede decidir sobre su futuro, pero en ese caminar cuenta con nuestra solidaridad y disposición a apoyarle con todas las acciones a nuestro alcance. Abajo Jovenel Moïse y que se establezca un gobierno popular de transición, hasta que se elija una Constituyente de forma democrática.
Por una Haití Libre y Soberana,
FIRMAS
SOLIDARITY WITH THE PEOPLE OF HAITI IN THEIR STRUGGLE FOR DEMOCRACY, JUSTICE, AND REPARATIONS
To the Secretary General of the UN, António Guterres
To the Secretary General of the OAS, Luis Almagro
To the governments of the member countries of the UN and the OAS
To the people of Haiti and their organizations
Of our consideration
Haiti is once again going through a profound crisis. Central to this is the struggle against the dictatorship imposed by former president Jovenel Moïse. Since last year Mr. Moise, after decreeing the dismissal of Parliament, has been ruling through decrees, permanently violating Haiti’s constitution. He has refused to leave power after his mandate ended on February 7, 2021, claiming that it ends on February 7 of next year, without any legal basis. This disregard of the constitution is taking place despite multiple statements by the country’s main judicial bodies, such as the CSPJ (Superior Council of Judicial Power) and the Association of Haitian Lawyers. Numerous religious groups and institutions that are representative of society have also spoken. At this time, there is a strike by the judiciary, which leaves the country without any functioning judicial power.
At the same time, this institutional crisis is framed in the insecurity that affects practically all sectors of Haitian society. An insecurity expressed through the savage repression of popular mobilizations by the PNH (Haitian National Police), at the service of the executive power. They have attacked journalists and committed various massacres in poor neighborhoods. Throughout the country, there have been assassinations and arbitrary arrests of opponents. Most recently, a judge of the High Court was detained under the pretext of promoting an alleged plot against the security of the State and to assassinate the president, leading to the illegal and arbitrary revocation of three judges of this Court. This last period has also seen the creation of hundreds of armed groups that spread terror over the entire country and that respond to power, transforming kidnapping into a fairly prosperous industry for these criminals.
The 13 years of military occupation by United Nations troops through MINUSTAH and the prolongation of that guardianship through MINUJUSTH and BINUH have aggravated the Haitian crisis. They supported retrograde and undemocratic sectors which, along with gangsters, committed serious crimes against the Haitian people and their fundamental rights. For this, the people of Haiti deserve a process of justice and reparations. They have paid dearly for the intervention of MINUSTAH: 30 THOUSAND DEAD from cholera transmitted by the soldiers, thousands of women raped, who now raise orphaned children whose fathers, still alive, returned to their countries without assuming any responsibility. Nothing has changed for the better in 13 years, more social inequality, poverty, more difficulties for the people. The absence of democracy remains the same.
The poor’s living conditions have worsened dramatically as a result of more than 30 years of neoliberal policies imposed by the International Financial Institutions (IFIs), a severe exchange rate crisis, the freezing of the minimum wage, and inflation above 20% during the last three years.
It should be emphasized that, despite this dramatic situation, the Haitian people remain firm and are constantly mobilizing to prevent the consolidation of a dictatorship by demanding that former President Jovenel Moïse immediately leave office. Recently, on February 14 and 28, hundreds of thousands of citizens clearly expressed in the streets their rejection of the dictatorship and their firm commitment in favor of respecting the Constitution.
Taking into account the importance of this struggle and that this dictatorial regime still has the support of imperialist governments such as the United States of America, Canada, France, and international organizations such as the UN, the OAS, the EU, and the IMF, we call on you to listen to the people of Haiti who are demanding the end of the dictatorship as well as respect for their sovereignty and self-determination and the establishment of a transition government led by Haitians to launch a process of authentic national reconstruction.
We especially call on the UN and the OAS – which certainly has no right or morals to interfere in elections and other internal affairs of member countries -, on the governments of all countries, especially those that lent themselves to the “humanitarian occupation” of Haiti for 13 years, through MINUSTAH -, to stop behaving as if Haiti were their colony. Enough of intervention! Their duty is another: to ensure justice and reparations for all the crimes they have committed against that people and country, including the introduction of cholera, rape and sexual abuse, the impunity of their electoral manipulation and the use of “cooperation” for their own ends.
Only the Haitian people can decide their future, but in this effort, they can count on our continued solidarity and willingness to support with all the actions within our reach. Down with Jovenel Moïse and yes to a popular transitional government, until a Constituent is democratically elected.